02. BICISENDA

02. BICISENDA

16 de Noviembre 2019 – CABA

¿Qué representa una bicisenda para mí?

En 2010 tomé la decisión de transportarme diariamente en bicicleta y eso cambió no sólo mi mirada sobre el transporte en la ciudad sino también mi manera de relacionarme con el “viaje al laburo”.

Etimológicamente la palabra Senda significa atajo, desvío y sin duda esta nueva concepción de movilidad, sustentable, saludable, amigable, económica y divertida era un desvío a la manera establecida de transporte en la Ciudad de Buenos Aires.

Me costó un tiempo acostumbrarme al ejercicio físico, la transpiración, el cargar con una muda de ropa adicional, un piloto por si llovía, una o dos cadenas para dejar mi bici en la calle y otras diferencias que tiene este vehículo por sobre ir en colectivo o subte.

Algo que también me propuse en aquel año fue no comprar un auto, más allá de algunos comentarios familiares del tipo “ya estás en edad de tener tu auto”, “¿cómo puede ser que siendo profesional no tengas un auto?” ó “¿para cuándo tu autito?”.

¿Será la pregunta análoga a “¿para cuándo el bebé?” que en nuestra cultura solemos hacer a las personas gestantes?

Así que decidir moverme en bicicleta por la ciudad se volvió mi estilo de vida, hasta el día de hoy, casi ininterrumpidamente por casi 10 años. También la ciudad se iba convirtiendo en bici friendly con más bicisendas, ciclovías y vías preferenciales año a año, lo cual ha facilitado y reforzado aún más mi elección.

Al día de hoy compañeros/as de trabajo me preguntan cuántos km ando por día, cómo hago con la transpiración, si no me canso mucho, cómo hago los días de lluvia y otras preguntas similares a las que casi siempre respondo, “te vas curtiendo, deberías probarlo” e inmediatamente los/as escucho elogiar todas las ventajas que la bicicleta tiene en nuestras vidas, aunque no los/as veo implementarlas, cosa que me genera mucha curiosidad.

¿Qué hará que al conocer las ventajas y beneficios que tiene la bicicleta en nuestras vidas y las de los demás seamos unos pocos los que la elijamos a diario?

Me lo he preguntado muchas veces y aún me lo sigo preguntando. Siempre caigo en los casos particulares como “vive muy lejos”, “tiene que llevar a su hijo/a al colegio”, “le teme a la posibilidad de tener un accidente” y otras.

Tengo la idea de que existe una creencia mucho más poderosa que une todo lo expresado en este apartado y es que algo de nuestro status social se ve afectado si usamos bicicleta o no tenemos auto o vestimos con pantalón corto y remera -ni hablar con aros.

Lo que he aprendido hasta acá es que un profesional no sólo debe tener un título universitario, también debe vestir de traje, tener su automóvil, una casa, familia y un puesto gerencial.

Así al menos venía funcionando en mi familia hasta la generación de mis viejos, y creo que los/as que siguen esforzándose para cumplir con esa creencia no la están pasando tan bien.

Porque encajar en la expectativa ajena es algo que vengo desafiando desde muy chiquito y que sigo profundizando cada vez un poco más. 

Decidir por la bicicleta y “desviarme” de la ruta convencional se ha convertido en la manera que elijo vivir mi vida y desde ahí empiezo a emprender.

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