01. LA IDEA

01. LA IDEA

15 de Noviembre 2019 – CABA

Amanecí con una energía diferente. Estos últimos días giran en mi cabeza una serie de frases e ideas que me inquietan, que me energizan. Algunas de ellas son “tenemos tiempo, no todo el tiempo”, ó “la libertad se alcanza cuando decidimos qué hacer con nuestro tiempo”. ¿Nuestro tiempo o mí tiempo? ¿Acaso debería decidir sobre el tiempo de los demás?

Me acerco a mi novio, que tiene el hábito de levantarse todos los días a las 6am para ir a trabajar, y le digo “voy a escribir un libro sobre emprendedurismo” -apenas logro pronunciar esa palabra- y lo primero que me pregunta es ¿En qué momento? “Ahora mismo, por las mañanas” le respondo.

Por primera vez le hago el desayuno, agarro la notebook y empiezo a escribir estas primeras líneas. 

¿Para qué?

Quizás como un intento de emprender algo diferente en un momento del día donde habitualmente estoy durmiendo o viendo redes sociales.

Quizás para empezar a ordenar esas ideas que giran en mi cabeza y enfocarlas en algo productivo ¿productivo para quién? Para mí, para otros que sigan mi diario -que en este mismo momento se me ocurre compartir en mi página personal.

Quizás como registro de experiencias en este nuevo camino que vislumbro en mi futuro cercano y que tanto temor, admiración y otras energía me genera.

Quizás para dejar sentado este conjunto de ideas y lo que vengo leyendo y escuchando en audiolibros sobre emprender, sobre la libertad financiera, sobre los bienes activos, pasivos y otras yerbas.

Quizás para dar cauce a esta energía matutina que se me evidencia en forma de ideas, frases sueltas, conceptos, y dejarlas fluir a través de mí para que se expresen hacia algo más grande, más allá de mi espacio de intimidad creativa.

Quizás para empezar a decidir qué hacer con “mi” tiempo en vez de “dejarlo pasar” o “llenarlo” con distracciones como redes sociales, emails, noticias, etc. Aunque estimo que en algún momento voy a tener ganas de distraerme, quizás las 6 am sea un buen horario para arrancar cada día y dedicar el tiempo que considere prudente.

Observo que son más las inquietudes que me mueven en este momento que las certezas. Más el impulso por iniciar este camino de emprender que la necesidad de hacerlo. Como si alguien estuviera señalando hacia un punto en el horizonte que hasta hace unos días atrás no había prestado atención. Interesante la idea de horizonte, como inalcanzable y a la vez necesario para iniciar un rumbo en una dirección. Más allá que en la marcha se haga difuso o aparezcan obstáculos imprevistos, quisiera que aquel horizonte esté claro.

¿Cuál es mi horizonte?

Decidir qué hacer con mi tiempo. Aunque en gran parte de los días soy yo quién decide a qué dedicar mi tiempo, mi nueva gran inquietud es cómo ocupar menos tiempo en trabajar para generar dinero sin dejar de generar dinero. Algo así como recuperar tiempo que hoy estoy dedicando a generar dinero para ocuparme de otras inquietudes a las que hoy me excuso con “no tengo tiempo” para hacer. Como estar más tiempo con mi novio, cantar, actuar, componer canciones, grabar videos con entrenamientos, leer, entrenar, juntarme con seres queridos. Todas tareas que semana a semana voy dejando relegadas al fin de semana y claramente no llego a realizar, entonces vuelvo a iniciar otra semana llena de actividades, principalmente para generar dinero y vuelvo a dejar de lado aquellas que no tienen ese fin y que igualmente deseo.

Ojo, no estoy hablando de estar infeliz en mi trabajo o con las cosas que hago, sino de cambiar la prioridad de las actividades y ordenarlas acorde a como lo sienta y no como “aprendí que debía ser”. Como ser trabajar 8hs diarias por un ingreso “fijo” -y seguro- mensual. Por alguna razón que iré descubriendo y poniendo en tensión ésta última creencia ha dejado de estar en transparencia y ahora la veo frente a mi a menudo.

¿Será momento de caminar hacia este nuevo horizonte y desaprender de una vez mi creencia del trabajo seguro. De valorar mi tiempo sobre todo y animarme a emprender?

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