Si no es Agile ¿es Waterfall?
Te invito a desafiar este binarismo y descubrir otras alternativas a esta clásica dicotomía.
Muchas veces como agilistas nos preguntamos si lo que estamos haciendo es Agile o no.
Que si el equipo está entregando valor periódicamente, que si trabaja con iteraciones de experimentación, que si termina el incremento con potencial productivo…
Si todo lo anterior se cumple en su totalidad, bien, estamos ante un proyecto puramente Agile.
¿Y si se cumpliera parcialmente?
Hasta hace unos días mi respuesta hubiera sido:
— Si no es Agile, entonces es un proyecto Waterfall —o cascada.
Estimo que si, como yo, vienes de la agilidad en el desarrollo de software hubieras respondido lo mismo.
Sucede que me encontré con un artículo muy interesante escrito por Jurgen Appelo que desafiaba este binarismo y me encantó.
A tal punto que no solo me inspiró a compartir esa mirada en este newsletter, sino también llevarlo en la Comunidad de Práctica de Scrum Masters que tenemos en mi empresa.
Además me permitió entender mejor algo que venía intuyendo desde hace ya un año, agilizar equipos de datos.
Jurgen propone dividir el concepto Agile en dos: Soft Agile y Hard Agile —agilidad blanda y dura básicamente.
Desde este enfoque podemos llamar Soft Agile a aquellos proyectos que sólo cumplen con alguna —y no ambas— de las ventajas de los proyectos Agile: iteraciones de experimentación y entregas incrementales de valor.
Esto dejaría a los proyectos waterfall —cascada— como aquellos que no cumplen con ninguna de las dos anteriores, y a los puramente Agile como los que cumplen con ambas.
Voy a ponerte algunos ejemplos del mundo de equipos de datos para explicar cada caso.
Soft Agile con iteraciones de experimentación: en este caso el equipo de datos construye prototipos de dashboards con datos parciales o de maqueta —mockups— que entregan periódicamente con el objetivo de obtener feedback temprano de su cliente.
De esta manera el equipo puede experimentar e ir mejorando los dashboards que están desarrollando sin que esto aporte real valor al cliente, ya que recién al finalizar el proyecto contarán con los datos reales integrados.
Soft Agile con entregas incrementales de valor: muchas veces los equipos de datos tienen que migrar datos de una plataforma a otra, transformándolos y adaptándolos previamente.
Al trabajar de manera incremental estos equipos podrían dividir grandes ingestas de datos de diferentes fuentes para poder ser migradas de manera transparente al usario.
Con esta estrategia el equipo estaría aprovechando las ventajas de las entregas incrementales de valor y del “learning by doing” —aprender haciendo— desde su primera iteración.
Hard Agile: aquí podríamos mencionar el caso en el que los equipos de datos ya tienen un dashboard productivo e integrado con datos reales y se encuentran desarrollando nuevas vistas o paneles que de manera iterativa e incremental son entregadas al cliente al finalizar cada ciclo de trabajo.
Waterfall: algunos equipos de datos, sin embargo, deciden que sus proyectos deben ser entregados a sus clientes al final de toda la ingesta, transformación y generación de los correspondientes dashboards.
Este enfoque puede llevar meses —y hasta años— para que todo esté “listo” y presentable a las personas interesadas (clientes, usuarios, sponsors, etc) y, como te imaginarás, implica un alto riesgo —de tiempo y dinero invertido— dados los contextos cambiantes y complejos en los que vivimos.
Gracias a estas nuevas distinciones empecé a preguntarme cuán Agile está siendo este proyecto, en vez de la típica pregunta Agile o Waterfall.
¿Qué opinas sobre el enfoque Soft y Hard Agile?
Te mando un abrazote.
Maro
PD: Envié este newsletter originalmente en Marzo 2024.
PD 2: si no tienes idea de qué estoy hablando, en este video una versión mía —de hace unos cuantos años atrás— te comparte una introducción al tema.
Maro, como estás? Este año me asignaron (después de 25 años de docente) les 3 cursos como titular de curso y este articulo me sirve mucho para dar la parte de Agile. Gracias!