Deconstruyendo el Binarismo de la Motivación
¿Existen otro tipo de motivaciones más allá de la intrínseca y extrínseca?
Muy probablemente te resulten familiar los conceptos de motivación intrínseca y extrínseca —que data de los años 70s.
La primera viene desde adentro, impulsada por nuestra curiosidad, autorrealización, o el deseo de aprender.
Mientras que la extrínseca la asociamos a todo aquello externo que queremos obtener como el dinero, el reconocimiento, o la validación social.
No sé tu, pero yo, no dejo de pensar —nos diría Luis Miguel— que nuestra búsqueda personal debería apuntar a desarrollar la intrínseca por sobre la extrínseca.
Ya que ésta es más poderosa y duradera en el largo plazo, porque proviene de nuestro deseo y está conectada con nuestro propósito y valores.
Por otro lado la extrínseca tiene mecha corta, nos mueve pero a corto plazo, y hasta que eso externo se termina o cambian nuestras expectativas.
No sé tú, pero yo… venía con esta versión binaria de la motivación.
Algo así como que intrínseca = buena motivación, extrínseca = mala mala.
Aunque esta semana descubrí que había una versión mejorada del 2017 sobre la motivación.
Al parecer la motivación extrínseca no era tan mala como creíamos, de hecho puede ayudarnos a mantener a la intrínseca.
Siguiendo este modelo, podemos dividir a la extrínseca en 3 tipos, según su nivel de Relative Autonomy Continuum (RAC) — o Autonomía Relativa.
Auspiciante
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Imaginate una línea recta en la que el extremo izquierdo es donde tenemos la menor autonomía de acción y en el extremo derecho la mayor autonomía.
Podemos entonces ordenar de izquierda a derecha las motivaciones de esta manera:
Motivación Externa → 2. Motivación introyectada → 3. Motivación por identificación → 4. Motivación intrínseca
Paso a contarte brevemente cada una.
Motivación Externa: 100% determinada por factores externos, en donde no tenemos ningún tipo de control sobre ella y sólo nos mueve recibir una gratificación.
Por ejemplo, cuando trabajamos en algo que no nos gusta y sólo esperamos recibir la paga.Motivación introyectada: acá también nos mueve un factor externo pero actuamos para evitar la culpa, la vergüenza, la ansiedad o por orgullo.
Por ejemplo, cuando tienes que asistir a una reunión sólo porque va a ir todo el mundo.Motivación por identificación: sigue siendo un factor externo el que nos mueve, aunque aquí somos quienes determinamos un valor consciente al resultado que produce nuestra acción.
Por ejemplo, compartir newsletters pasados para que más personas puedan descubrirlos.Motivación intrínseca: en esta etapa actuamos por el simple placer o satisfacción de realizar la acción o actividad.
Por ejemplo, escribir y compartir contenidos en minimalistos sobre nuestra relación con el mundo digital.
No sé tú, pero a mí… me motivan más estas distinciones que aquellas dos que había aprendido hace tiempo.
De hecho, si te genera curiosidad y buscas más info al respecto te adelanto que hay aún más tipos de motivaciones y que la Motivación por identificación, pese a ser extrínseca, es la que más contribuye a que descubramos y sostengamos nuestra Motivación intrínseca.
¿Qué motivaciones reconoces en tus acciones cotidianas?
Te mando un abrazote
Maro
PD: Envié este newsletter originalmente en Enero 2024.