Cómo No Hacer Nada [Re-cargado]
Reflexiones acerca del libro Cómo no hacer nada actualizado a mi realidad actual.
En Diciembre del año pasado compartía estas reflexiones inspiradas en aquel libro que había descubierto y que al día de hoy sigo visitando frecuentemente con la intención de seguir desafiándome a no hacer nada (productivo).
Me pareció un buen momento para re-visitar y re-enviar aquellos primeros descubrimientos que hacía de esta potente filosofía de vida, alineada con mi momento vacacional actual que —si todo sale como lo planificado— estaría disfrutando en este preciso momento y por un par de semanas.
Ya sea que quieras volver a re-vivir aquellas reflexiones o sean nuevas para ti, confío en la potencialidad de las siguientes para inspirar alguna reflexión, idea y hasta —quién te dice— una decisión postergada.
Así que si te animas, sigue adelante.
Cómo no hacer nada, se llama el libro que empecé a leer hace unos días [Diciembre 2023] y que, de inmediato, mi invitó a repensar algunos aspectos de mi vida.
Me encanta cuando me pasa eso con los libros que empiezo a leer.
Disfruto mucho cuando siento que encontré un libro para este momento de mi vida, como si esas palabras hubieran sido escritas para mí yo de ahora.
La autora, Jenny Odell, empieza diciendo “nada cuesta más que no hacer nada” y con esa sola frase ya conquistó mi curiosidad.
“En un mundo en que nuestro valor viene determinado por nuestra productividad, muchos de nosotros descubrimos que las tecnologías que usamos diariamente captan, optimizan o se apropian de todos y cada uno de nuestros minutos, entendidos como recursos financieros.”
La primera idea que me surgió fue cómo sería posible proponer una guía para “no hacer nada” si eso mismo ya sería estar haciendo algo, pero enseguida encontré una primera respuesta:
la primera distinción e invitación es a “no hacer nada productivo”.
Enseguida recordé esa sensación de culpa que siento algunas veces en las que no estoy produciendo algo.
Pude ver enseguida el paradigma aprendido de la productividad en el que vivo —y me atrevería a decir vivimos— inmersos.
Como si tuviera que pensar una nueva estrategia para ponerme a generar algo de utilidad de inmediato.
¿Utilidad, para quién?
El libro sigue con la historia de un árbol, el único sobreviviente de su especie, que no fue talado como los demás por parecer inútil.
Un árbol raro, diferente al resto, que creció sobre un monte de difícil acceso para los leñadores, lo que les requería un esfuerzo que no compensaba el beneficio de talarlo.
De este árbol emerge una lección de resistencia que cita la autora como:
la utilidad de lo inútil —formulación de Chuang Tsé.
Una frase, de apariencia contradictoria, que me invitó conectar con aquello que suelo hacer y que no tiene un valor productivo aparente.
Acciones tan simples como salir a dar un paseo, leer un libro, andar en bici, jugar algún juego de mesa, tomar clases de clown, mates con amigos/as, cenar en un restaurante nuevo…
Recién empiezo el libro y siento que ya me está resultando productivo y de utilidad — ¡maldición, volví a caer!
La idea que me emergió más fuerte a partir de estas reflexiones fue la de tomarme unas vacaciones de este newsletter [en mi actualidad actual sería, conectar con mis vacaciones y no hacer nada, o sea, no enviar este newsletter por unas semanas].
Creo que es un buen momento para darle un cierre a este año y retomar renovado en unas semanas.
Así que no te asombres si no recibís mails míos por un tiempo [serán un par de semanas nomás].
De seguro te —nos— venga bien este impasse de unas semanas para reconectar con nosotros/as mismos, o simplemente no hacer nada.
Por mi lado me propongo esto último.
Te mando un abrazote.
Maro.
PD: gracias a la magia de la automatización, dejé programados nuevos contenidos en Facilitadores Digitales
PD 2: tu definirás si te resultan útiles o inútiles
PD 3: luego me cuentas
PD 4: responderé a tus comentarios al regreso